Tarta de queso con frutos rojos

Para la base:
200 g de galletas
100 g de mantequilla
Para el relleno de queso:
600 g de queso tipo Philadelphia
500 ml de nata para montar
100 g de azúcar
6 láminas de gelatina
Para la gelatina de frutos rojos:
200 g de frutos rojos
100 ml de agua
3 cucharadas de azúcar
2 láminas de gelatina

Derretimos la mantequilla en microondas.
Trituramos las galletas y la echamos en un recipiente junto con la mantequilla derretida.
Mezclamos para incorporar la mantequilla a las galletas luego las echamos en el molde al que hemos forado la base con papel vegetal.
Ponemos papel film encima y aplastamos las galletas para que quede una masa compacta y repartida uniforme sobre la base del molde. Después de probar varias maneras para conseguir una masa de galletas compacta, esta me resulta la más efectiva y rápida.
Cubrimos la base y guardamos en la nevera mientras preparamos el relleno de queso.
Mientras preparamos la crema de queso. Primero ponemos en remojo 6 láminas de gelatina.
En una cacerola ponemos a calentar 500 ml nata. Si queréis una crema más ligera podéis utilizar leche en vez de nata. Saldrá mas gelatinosa en vez de cremosa, pero esta rica igualmente.
Removemos para incorporar el queso a la nata.
Agregamos el azúcar y seguimos removiendo. Cuando ya no podemos soportar el calor con la mano, apagamos el fuego y agregamos las láminas de gelatina bien escurridas. Es mejor echarlas de una en una para que no quede agua. Las gelatinas se disuelven casi al instante.
Dejamos reposar unos 20 minutos para que se enfríe un poco antes de ponerlo en el molde.
Pasado este tiempo, sacamos el molde con la base de galletas y vertemos la crema de queso que acabamos de hacer. Recomiendo poner una espátula, para que la mezcla caiga suave.
Cuando lo tengamos listo, lo llevamos a la nevera un mínimo de 4 horas. Yo acostumbro dejarlo toda la noche.

4 horas más tarde, ponemos en remojo en agua fría 2 láminas de gelatina.
Echamos en una cacerola los frutos rojos, el azúcar y el agua y los llevamos al fuego. Se puede añadir también jugo de un limón pero yo lo prefiero así, porque se nota mas el sabor de los frutos rojos. Antes de que empiece a hervir apagamos el fuego. Os aconsejo no dejarla hervir para mantener las propiedades de la fruta. Además la gelatina nunca se debe incorporar a temperaturas de más de 70º.
Agregamos las hojas de gelatina bien escurridas.
Partimos las fresas en dos para decorar.
Cuando la gelatina de frutos rojos se ha enfriado, y ha llegado a temperatura ambiente, sacamos el molde con la crema de queso del frigorífico. Vertemos la gelatina de frutos rojos sobre la crema de queso y decoramos a gusto.
Volvemos a guardar en la nevera y lo dejamos un mínimo de 2 horas. Si lo hacemos por la mañana antes de las 11h, la tendremos lista para la hora de comer.
Antes de servir la desmoldamos quitando los laterales del molde. Se conserva en la nevera hasta el momento de servir. Esta tarta es mejor tomarla fría.
¡Que la disfrutéis!
¡¡Nos vemos en la próxima semana con una nueva receta. Hasta pronto!!