Tarta de Queso Cebra

Trituramos las galletas en un robot de cocina, las ponemos en un bol y añadimos el cacao sin azúcar. Mezclamos, luego también agregamos la mantequilla derretida y mezclamos bien.
Tomamos un molde desmontable de 24 cm de diámetro con el fondo forrado con papel vegetal y formamos la base de la tarta de queso, vertiendo la mezcla en él, compactando y nivelando con ayuda de una cuchara. Lo metemos en el frigorífico para que solidifique unos 10 minutos.

Mientras tanto, cogemos los huevos y separamos las yemas de las claras colocándolos en dos cuencos diferentes. Batimos las claras hasta que estén firmes y añadimos 2 cucharadas de azúcar y batimos un poco más. Aparte agregamos el resto del azúcar y la vainillina a las yemas y batimos con las mismas varillas hasta que se blanquee y doble su volumen. Agregamos el queso y la nata y continuamos batiendo hasta que se integren los ingredientes y no queden grumos.
Ahora dividimos la mezcla en dos partes iguales, en dos tazones diferentes, y agregamos la harina: 5 cucharadas para la masa blanca y 2 cucharadas y media para la masa oscura, donde vamos a agregar las dos cucharadas y media de cacao amargo también. Mezclamos ambas masas con la misma varilla empezando por la masa blanca. Y hemos terminado con la varilla eléctrica, ya la podemos retirar.
Ahora solo nos queda dividir las clara batida por la mitad y agregarlas a las dos masas, mezclando suavemente con una espátula con movimientos envolventes.

Sacamos la base de la nevera y echamos 3 cucharadas de masa a la vez, colocándolas en el centro, alternando los colores y colocándolas una encima de la otra, tal como te muestro en el vídeo. Seguimos hasta terminar las dos masas (que se irán ensanchando hacia los bordes del molde).
Horneamos en el horno estático a 175°C (347°F) durante unos 50 minutos, o en el horno de aire a 165°C (329°F) durante el mismo tiempo.
Pasado este tiempo, sacamos del horno y cuando se ha templado lo guardamos en el frigorífico. Se sirve frío.
¡A disfrutar!