Flan Sin Horno

Muy Fácil, Sin Baño María y con Pocos Ingredientes

Empezamos preparando el caramelo:
 Ponemos 120 g de azúcar en una sartén a fuego medio. Cuando se empieza a derretir el azúcar bajamos el fuego a mínimo y empezamos a remover para que el azúcar se caramelice de forma uniforme. Cuando ya no queden granos de azúcar, retiramos del fuego y seguidamente vertemos el caramelo en el molde. Mi molde tiene 15 cm de diámetro y una capacidad de 1,5 litros. Procuramos que toda la base esté cubierta de caramelo. Apartamos el molde y preparamos el flan.

Echamos el litro de leche en una cazuela, reservando un poco. Añadimos las cáscaras de naranja, de un limón y una rama de canela.  Llevamos la cazuela al fuego. Una vez que empieza a hervir dejamos cocinar unos 5 minutos para que la leche absorba los aromas de las cáscaras y de la canela. En mi tierra se venden sobres con maicena con diferentes aromas, especiales para hacer este flan. Si los encuentras, puedes omitir este paso.

Mientras está hirviendo, preparamos la maicena para poder incorporarla. Vertemos la leche fría restante sobre los 100 g de maicena y mezclamos. Cuando tenemos incorporada la maicena, añadimos los 100 g de azúcar que contienen una cucharada de azúcar vainillado y las dos yemas de huevo. Mezclamos un poco. No confundir el extracto de vainilla, que es un producto natural con la esencia que por lo general, suelen ser artificiales. La mayoría de los extractos de vainilla que se compran en las tiendas son vainilla obtenida en un laboratorio (no tienen nada de natural).

Han pasado los 5 minutos de cocción de la leche. Retiramos las cáscaras y la rama de canela y seguidamente vertemos la mezcla de maicena sobre la leche hirviendo. Mezclamos con una varilla y sin dejar de remover cocinamos 2 minutos. Retiramos del fuego y mientras está caliente la vertemos en el molde que tenemos preparado. Se pueden utilizar flaneras individuales para guardar el flan, pero de esta manera es más cómodo. Tapamos con un papel film y procuramos que esté en contacto con el flan. Guardamos en el frigorífico un mínimo de 4 horas, y si es posible, mejor hasta el día siguiente.

Pasado este tiempo sacamos del frigorífico y quitamos el plástico. Podéis ver que parte del caramelo se ha derretido, ha subido por los laterales del molde y ha llegado a la superficie. Ponemos un plato encima y le damos la vuelta. Retiramos el molde y ya se puede servir.
 
Lo he cortado para que puedas ver el interior.

Se ve delicioso, es un postre económico, y muy fácil de hacer, así que espero que te guste y lo pruebes.

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¡Nos vemos en el próximo vídeo!