BOLLOS de AVENA Y CALABAZA

Para hacer esta receta vamos a necesitar 120 g. de puré de calabaza asada. No hervida ni cocinada en microondas, porque al asarla, vamos a obtener el punto justo de humedad para que se ajuste a los demás ingredientes. Cortamos en trozos y ponemos la calabaza en una fuente de horno y sin tapar la metemos al horno a 180º durante aproximadamente 20 minutos. Comprobamos con la punta de un cuchillo o un tenedor, cuando la calabaza esta tierna, la sacamos del horno y la dejamos enfriar. Una vez fría, le quitamos la piel y la aplastamos con un tenedor hasta obtener un puré.
Si hemos asado más calabaza de la que necesitamos, el resto nos la podemos tomar tal cual. La calabaza asada esta rica, saludable y baja en calorías.

Trituramos las judías previamente cocidas y bien escurridas hasta obtener puré. Pueden ser judías de bote. No te preocupes que no se nota el sabor a las judías en los bollos.

Calentamos un poco el zumo recién exprimido de dos zanahorias (a unos 37ºC, que este caliente pero sin quemar). Vertemos dentro la panela y la levadura y mezclamos bien.

Separamos la yema de la clara porque para la masa solo vamos a utilizar la yema.

Vamos a utilizar partes iguales de harina de todo uso que previamente hemos tamizado y de harina integral de avena. Echamos todo en un bol amplio.

Añadimos una pizca de sal, mezclamos y hacemos un hueco en el medio de la harina. Ponemos allí los demás ingredientes: la crema de judías, el puré de calabaza, la yema de huevo y el zumo con el azúcar y la levadura. Mezclamos todo bien con una espátula y cuando se hace difícil, quitamos la espátula y mezclamos con la mano hasta que se integren bien los ingredientes. Tenemos una masa muy blanda y al principio muy pegajosa pero no agregamos más harina, porque si lo hiciéramos los bollitos no saldrían tan esponjosos. Formamos una bola y antes de amasar dejamos la masa en reposo unos 20 minutos.

Cuando haya pasado este tiempo, ponemos un poco de aceite sobre la mesa y la untamos bien. Volcamos la masa y amasamos bien sin agregar más harina. Yo la he amasado unos 7-8 minutos y la masa se ha vuelto lisa, elástica y mucho menos pegajosa, aunque al ser una masa muy blanda,
Ponemos la masa en el recipiente, la tapamos y la dejamos fermentar durante unos 30 - 40 minutos o hasta que duplique su volumen.

Pasado este tiempo, dividimos la masa en partes iguales.
Hacemos las bolitas.
En el centro de cada bolita hacemos un agujero y metemos allí un cuarto de una nuez. Después hacemos cortes con un cuchillo o unas tijeras sin llegar al centro.
Cubrimos los bollos y dejamos fermentar hasta que dupliquen su tamaño.

Encendemos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y lo precalentamos durante unos 20 minutos.

A 22º en mi cocina, los bollos han tardado en subir unos 35 minutos.
Los pincelamos con la clara que habíamos reservado.
Los horneamos uno 25 minutos o hasta que queden ligeramente dorados.

Para mi sorpresa han quedado unos bollos riquísimos. Tienen una textura diferente a los bollos que hemos visto en la receta anterior, no quedan tan esponjosos, pero quedan tiernos y muy ricos. La calabaza les aporta jugosidad y sabor rico. ¡A mi me han gustado mucho!
Al no llevar mucho azúcar se pueden tomar tanto con dulce, como con salado.
Yo los he espolvoreado con panela molida y nos los hemos tomado tal cual.
Si te sobran se pueden guardar en una bolsa de plástico durante varios días.
¡¡Hasta la próxima!!